Así trabaja Unibagué con los acueductos comunitarios
- Camilo Yepes
En un conversatorio moderado por profesores del programa Paz y Región de la Universidad de Ibagué, representantes de tres de los acueductos comunitarios de la ciudad expusieron la situación general de estos sistemas y cómo la academia ha cumplido un papel fundamental en sus entornos.
Acuamiramar, Ascala (Calambeo) y Acuarricaurte, organizaciones que suman alrededor de ocho mil 800 usuarios en el norte y el suroccidente de la capital tolimense, son ejemplos de las voluntades locales en unión con la experticia y el compromiso de profesores y estudiantes.
"Cada vez que veo esos planos me siento orgullosa y con mucho agradecimiento frente a los estudiantes y a la Universidad, por ese aporte", admitió Sandra Liliana Triana, administradora del acueducto de Ricaurte, que surte a barrios como el mencionado, La Isla y Villa Bárbara.
Estudiantes de Paz y Región se han vinculado a 18 acueductos comunitarios de Ibagué
Más allá de las falencias
Durante la sesión se habló de las luchas y autogestiones que han tenido los acueductos frente a su condición, a decirlo informal, en contraste con los sistemas municipales; aun así, se resaltó la sinergia con la academia en los 11 años de existencia de Paz y Región.
(Variadas opciones: Unibagué y Alcaldía formarán docentes en educación inicial)
"Es relevante el momento de la Universidad y no es al azar, porque Paz y Región está a la vanguardia, pues entendió el momento. Eso generó que estemos más organizados que hace seis u ocho años, con ideas mucho más aterrizadas a lo legislativo", expuso Jorge Humberto Leal Ramírez, presidente de la Junta Directiva de Acuamiramar.
Durante la sesión se habló de las luchas y autogestiones que han tenido los acueductos frente a su condición, a decirlo informal, en contraste con los sistemas municipales; aun así, se resaltó la sinergia con la academia en los 11 años de existencia de Paz y Región.
(Variadas opciones: Unibagué y Alcaldía formarán docentes en educación inicial)
"Es relevante el momento de la Universidad y no es al azar, porque Paz y Región está a la vanguardia, pues entendió el momento. Eso generó que estemos más organizados que hace seis u ocho años, con ideas mucho más aterrizadas a lo legislativo", expuso Jorge Humberto Leal Ramírez, presidente de la Junta Directiva de Acuamiramar.
La Universidad, a través de Paz y Región, toma un lugar tan importante en el asesoramiento a los acueductos (...). El escenario tan importante que los estudiantes tienen y cómo despertamos por la interacción de lo empírico y lo técnico".
Precisamente, en esta charla, que puede ser observada aquí, los docentes Luis Eduardo Peña y Natalia Ramírez ahondaron en el intercambio de saberes entre jóvenes próximos a un título y personas que, de manera empírica, también participan con sus conocimientos de muchos años.
"El estudiante aprende a dialogar en un lenguaje no técnico, para lograr un documento con planos que sirvan en la gestión de un acueducto (...). Las soluciones deben ser pensadas no solo en el contexto de la disciplina, sino también en adaptar esas técnicas para que sirvan en sus territorios", destacó Peña.
"El estudiante aprende a dialogar en un lenguaje no técnico, para lograr un documento con planos que sirvan en la gestión de un acueducto (...). Las soluciones deben ser pensadas no solo en el contexto de la disciplina, sino también en adaptar esas técnicas para que sirvan en sus territorios", destacó Peña.
(Así es Paz y Región: Más que acciones, sentido de pertenencia)
Este conversatorio sirvió también para develar dificultades en cuanto a permisos y a la carencia de un diagnóstico actualizado sobre la capacidad de las cuencas locales, más al considerar la expansión urbanística a pasos agigantados, sobre todo en los mencionados puntos cardinales.
Retos acerca de la inversión adecuada de los recursos, de la generación de sentido de pertenencia entre los usuarios y de la planeación en la operatividad de estos acueductos fueron planteados por los participantes en la charla.
Este conversatorio sirvió también para develar dificultades en cuanto a permisos y a la carencia de un diagnóstico actualizado sobre la capacidad de las cuencas locales, más al considerar la expansión urbanística a pasos agigantados, sobre todo en los mencionados puntos cardinales.
Retos acerca de la inversión adecuada de los recursos, de la generación de sentido de pertenencia entre los usuarios y de la planeación en la operatividad de estos acueductos fueron planteados por los participantes en la charla.
Ibagué, según Leal Ramírez, es la segunda ciudad con más acueductos comunitarios del país, después de Villavicencio. La comuna 13 es la que más opera estos sistemas en la capital tolimense.